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Naturaleza y liderazgo Parte 2

Abejas



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En una ocasión me encontraba de visita con un cliente quien manejaba sus operaciones con gran elegancia a través de la metodología ágil Scrum. Como es de esperarse, los equipos eran auto-organizados, colaborativos, y multidisciplinarios. Había un equipo en particular el cual había perdido a su líder hacía un par de ciclos y pasó de dar muy buenos resultados a dar resultados pobres.


Preocupados, los ejecutivos buscaron un nuevo líder de entre los miembros del equipo y sin preguntar seleccionaron a una persona. El dinero fue más poderoso que el placer que le proporcionaba desarrollar código por lo que a pesar de que la persona seleccionada no quería ser líder, aceptó. Fue entonces cuando el equipo pasó de dar resultados pobres a no darlos. La comunicación y la colaboración fueron las primeras en sufrir, esto hizo que la velocidad y efectividad del equipo bajara llevándolos a un callejón sin salida de desmotivación.


Al ver todo esto, una frase no dejaba de rondar mi cabeza:


"Solo pica la abeja a quien torpe la maneja"


Las abejas son insectos eusociales. Esto significa que tienen una organización social basada en especializaciones. Y al gozar de una larga vida, es fácil encontrar varias generaciones de adultos compartiendo el mismo ambiente.


Existe una sola reina, quien no solo da el rumbo a la operación de la colmena con productos químicos de su propio desarrollo si no que con un grupo de machos fértiles también se encarga de que la colmena crezca. Un grupo de abejas especialistas cuida de las larvas, mientras que otros dos grupos se encargan de la protección y el alimento. Parece que tienen muy claro que el hacer un buen trabajo se traduce a un mayor beneficio para cada abeja de la colmena.


Cada abeja va siendo seleccionada para desarrollarse en una especialidad. Incluso cuando la abeja reina enferma, se selecciona una larva dependiendo de su potencial para alimentarla únicamente con jalea real. Con el tiempo esa larva se transformará en la siguiente reina.


Si nuestro amigo Abraham Maslow (1908-1970) estuviera observando abejas con nosotros, seguro nos diría que ellas no solo cumplen con los niveles más bajos de su pirámide si no que cumplen con todos los escalones:


James McGregor (1918-2014), seguro nos diría que ellas ya han pasado del liderazgo transaccional a un tipo de liderazgo denominado Transformacional (llamado también liderazgo carismático). Es basado en la confianza y el crecimiento de las personas para lograr el éxito en la empresa.


Este estilo de liderazgo se escucharía algo así:

  • Entiendo que no lograron terminar el trabajo que proyectaron para el sprint (ciclo) pasado, ¿qué necesitan para poder terminar en el próximo ciclo?

  • La meta a alcanzar se ve ambiciosa, pero confío en que todos darán lo mejor de sí, cada quien da un valor único al resultado final.

  • El nuevo integrante del equipo tiene un gran potencial para ser líder, hay que invertir en su educación y asignarle un coach que pueda evocar una transformación en él y servir de inspiración para el resto del equipo.

  • Todos somos parte de la misma organización y nuestra misión nos guía, si ves alguna mejora en el proceso avísa y no solo mejorarás la forma de trabajo si no que mejorarás la vida de un compañero.

Algunos autores concuerdan en que el liderazgo transformacional inspira alianza ante un compromiso en común a los miembros de un equipo, por lo que exige al líder el creer en los objetivos establecidos y ser un gran comunicador con carisma y entusiasmo.

Esto podría funcionar cuando:

  • Se conoce el camino para mantener los resultados actuales, pero se busca una transformación integral para tener mejorías mucho más grandes. Como en empresas en constante innovación.

  • El fallo es tolerado ya que es una puerta a la mejora y por lo tanto a mejores resultados. Ambientes donde existen las retrospectivas a corto plazo y se aplican los hallazgos de las mismas.

  • Existen pequeños equipos con individuos de diferentes especialidades que trabajan juntos para lograr objetivos pequeños pero incrementales que tienen un enfoque a las relaciones ya sea entre ellos o con los clientes. Muy utilizado en metodologías ágiles de trabajo.

  • La cultura de la empresa exige poner a los individuos antes de los resultados, ya que son vistos como clave para el éxito.

Algunas desventajas:

  • Las transformaciones toman tiempo. Hay que estar dispuestos a esperar para ver resultados.

  • El nivel de tolerancia al fallo debe de ser alto, tomando cada uno de estos fallos como enseñanzas.

  • Si las personas no están motivadas o alineadas con el objetivo en común, no se obtendrán los resultados esperados.

  • No todos los líderes son transformadores y no todos los líderes potenciales están dispuestos a liderear de esta forma. Por lo que al poner a uno de ellos al frente, el flujo y sintonía de los equipos podría mermar.

  • La moralidad de las personas se pone en tela de juicio, ya que si es baja hay mucha probabilidad de que se abuse del sistema. Esto suele pasar cuando los equipos de trabajo son inmaduros.

Y sus ventajas:

  • Existe un gran enfoque al ser humano y el desarrollo de habilidades sociales.

  • El líder es un ejemplo a seguir que hace ser mejores a sus subordinados por que cree en ellos.

  • Al creer ciegamente en la empresa y en los empleados hay un aumento de la autoestima, lo que supone mayor productividad y mayores beneficios.

  • Hay una rotación menor en los equipos, que a su vez tienen más "ownership" del trabajo que hacen.

  • Hay un aprendizaje corporativo que permite un crecimiento constante.

Algunas personas consideran que este tipo de liderazgo es una evolución del liderazgo transaccional (como el ejemplo con Leones). Sin embargo, simplemente son diferentes. Cuando recuerdo a mi cliente, veo que efectivamente el equipo volvió a encontrar su camino. La persona que tomó el liderazgo tuvo mucha paciencia de parte de sus supervisores y llevo varios entrenamientos. No fue hasta que paso por un proceso de coaching transformacional que logró hacer el cambio a ser un líder en servicio de los demás.


Y así como la abeja reina da todo su ser por la colmena, el nuevo líder comprendió y aplicó las sabias palabras de Eleanor Roosevelt (1884-1962):


“Para manejarse a uno mismo, se necesita usar la cabeza. Para manejar a otros, se necesita usar el corazón”

¿Te has topado con alguna colmena? O incluso, ¿has conocido a este tipo de líderes? ¿cómo es la huella que te han dejado?

¿Conoces de algún equipo que necesite acompañamiento para lograr sus metas y mejorar su ambiente de trabajo?

Contáctame.



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